Huracán, otra vez protagonista: la diferencia con torneos anteriores
El Globo se ilusiona con el Apertura 2025 luego de estar cerca de la consagración en las tres temporadas anteriores. Por primera vez obedece al objetivo planteado inicialmente.

El 2025 se presentaba como un gran desafío para Huracán por varios factores. Luego de pelear el torneo hasta la última fecha y alcanzar la semifinal de Copa Argentina sin haber podido coronar en ninguna de las dos, tenía que equilibrar sus finanzas vendiendo a sus principales figuras sin coquetear nuevamente con el banquinazo que lo incomoda en esta última década por la falta de regularidad. Pedía tiempo Kudelka después de que en las primeras tres fechas el equipo, en plena reformulación, no ganara, y aseguraba que el equipo clasificaría a los playoffs; pronóstico que acompañaban el capitán Hernán Galíndez y el Colo Leonardo Gil, uno de los refuerzos que rápidamente tomó ascendencia en el vestuario y avisó en cuanto llegó a La Quemita que su objetivo era “ser campeón”. Nadie se había animado a plantear el máximo objetivo como una meta. Sin titubeos, ni “paso a paso” o “vamos viendo”.
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Huracán peleó la Liga Profesional 2022, que encaraba para engrosar el promedio e intentar asomar a una Copa. Con Diego Dabove se mantuvo con chances hasta la anteúltima fecha, pero le faltó ganar algunos partidos claves y Boca le arrebató ese torneo desde atrás. En 2023, en la urgencia de la pelea por la permanencia, fue el mejor clasificado en fase regular de la Copa de la Liga y perdió por penales ante Platense en cuartos de final mientras Diego Martínez se iba a Boca. Pero la dirigencia que por entonces comandaba David Garzón (ahora vicepresidente) había empezado a estructurar el fútbol de la mano de Daniel Vega y su secretaría técnica. Para 2024, ya con Abel Poza como mandatorio, se profundizó en ese sentido con un viejo conocido como Frank Darío Kudelka; pero después de un gran comienzo, la partida de la bandera del momento Ignacio Pussetto mermó las posibilidades de un equipo que fue de todas formas más allá de sus posibilidades.
Por eso lo trascendental de este momento de Huracán. Acostumbrado a ir de “banquina a banquina”, como definió Gustavo Alfaro en 2017, oscilaba de un muy buen semestre a la crisis. Es el único de los primeros cuatro del torneo pasado que otra vez está en la discusión final. Con la misma ilusión y deseo de esas últimas campañas, del 2009 y 1994. Pero también con más argumentos ante un equipo que no se encuentra circunstancialmente ante semejante oportunidad, sino que la buscó. Se propuso pelear el campeonato y darle un título a Huracán, que necesita cortar con la sequía de ligas tras 52 años más allá de la obtención de Copa Argentina en 2014 y Supercopa en 2015.
Si el éxito lo marca la trascendencia en el tiempo, este Huracán supo marcar hasta ahora pequeños - grandes hitos: consiguió el primer triunfo del club en territorio brasileño cortando además con 23 partidos sin derrotas de local que ostentaba Corinthians, se quedó con el clásico ante San Lorenzo después de 7 ediciones (seis empates y una derrota), se impuso visitando a Racing y Vélez donde no lo hacía desde 2009 y 2007 respectivamente, ganó 5 partidos consecutivos por el torneo que no lo conseguía desde 2016 y obtuvo con el 5-0 sobre Racing de Montevideo la victoria más abultada del Globo en torneos Conmebol y recientemente cortó con la perfecta racha de Central que había ganado en sus 8 presentaciones del año como local. Otra vez en una semifinal, le queda ser parte del último partido. Para eso necesita superar a Independiente, al que no derrota de visitante desde 2013 curiosamente con Kudelka como entrenador, en su primer ciclo.
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