¿Qué revela tu postura al sentarte sobre tu forma de ser, según la psicología?
Estudios recientes analizan cómo los hábitos corporales diarios pueden reflejar aspectos profundos del carácter sin necesidad de palabras.

Sentarse no es solo una cuestión de comodidad. La manera en que apoyás el cuerpo cada día puede estar revelando aspectos profundos de tu mundo interno. Sin que lo notes, tu postura al sentarte responde a patrones que se repiten y están vinculados con emociones, reacciones y modos de relacionarte con los demás.
Qué revela tu postura al sentarte sobre tu forma de ser, según la psicología
Aun sin proponértelo, adoptás siempre ciertas posiciones en la silla, ya sea en la oficina, en el colectivo o en tu casa. Esos hábitos tienen nombre: reflejos posturales. Lejos de ser gestos aleatorios, están ligados a la forma en que procesás el entorno, cómo te defendés emocionalmente y cómo te mostrás en situaciones sociales.
Una investigación indica que cruzar las piernas hacia adentro se asocia con introspección y reserva, mientras que quienes ocupan más espacio con su postura suelen expresar autoconfianza o tendencia al liderazgo.
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Otra señal común es esconder los tobillos bajo la silla, según los especialistas, ese gesto puede expresar la necesidad de control o una forma de contener emociones. En cambio, reclinarse hacia atrás con los brazos sueltos sugiere apertura y relajación, lo que puede dar señales de tranquilidad o seguridad en uno mismo.
Estos patrones no suelen ser conscientes, para la psicología conductual, ese lenguaje corporal es un espejo fiel del estado emocional, incluso más que lo que expresamos con palabras.
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